1. Ser adecuado al producto que quiere vender desde el punto de vista comercial
Hay cierto tipo productos que piden un expositor de cartón con formas muy concretas. Por ejemplo, los expositores de maquillaje requieren de una base en la que poder colocar los probadores para que el cliente pueda mirarlos y decidir cuál quiere. Los que van a llevar publicidad necesitan de un pequeño departamento para los folletos etc.
Del mismo modo, si el producto viene en bolsitas susceptibles de ser colgadas, será necesario un expositor de cartón con ganchos o perchas ya sea de metal o plástico para poder colgarlas. De este modo actuará como un lugar de autoservicio.
2. Tener el tamaño y consistencia adecuados
Si el expositor de cartón va a utilizarse para botellas de agua o para cajas de cerveza necesitará que el cartón sea muy fuerte y que la forma en la que está diseñado esté pensada para sujetar el peso. Pocas cosas darían peor impresión que un expositor que se hundiera a los pocos días de ser colocado.
Tampoco resulta atractivo un expositor muy pequeño para mostrar productos de gran tamaño que podrían parecer amontonados y resultar estéticamente inadecuados. Lo mismo sucedería al contrario, si se utiliza un expositor excesivamente grande, pudiendo hacer parecer el producto insignificante.
3. Resultar llamativos para el consumidor
El principal objetivo de un expositor de cartón es llamar la atención, no importa que a ojos de los expertos esté muy bien diseñado si una vez situado en el punto de venta pasa totalmente desapercibido. Esto pasa, por ejemplo, al usar tonos muy claros que se difuminan y hacen que no destaquen los textos.
A veces, en la búsqueda de la originalidad se opta por la sutileza para dar una imagen de marca con más estilo y clase, pero se confunde dicha sutileza con un exceso de discreción. Cuando esto ocurre, la campaña deja de ser efectiva porque no se percibe. Entre los colores muy vivos, las estrellas doradas y las letras de tamaño XXL y algo que tal vez es tan suave que no se lee siquiera bien hay toda una gama de opciones intermedias.
4. Resultar atractivos para el comerciante
Es importante que el diseñador de un expositor esté contento con su trabajo y también el cliente. Del mismo modo, es importante que resulten llamativos para el consumidor. Pero si un expositor no resulta atractivo para el comerciante, este no lo va a colocar en su negocio y por tanto va a ser dinero perdido. ¿Qué puede hacer que un expositor no resulte atractivo para el comerciante? Estos son algunos ejemplos:
– Un tamaño demasiado grande que pueda estorbar en un comercio pequeño
– Qué sea demasiado complicado de montar
– Que no se ajuste al tipo de publicidad que le gusta mostrar (por ejemplo, que contenga imágenes que le puedan resultar ofensivas, como un desnudo)
5. Tener una buena relación calidad/ precio
Y es que de poco iba a valer que el expositor cumpliera con todos los requisitos anteriormente mencionados si al final su precio es tan elevado que no compensa la inversión. Los expositores de cartón son muy baratos en lo que se refiere a la producción y, con Promoción PLV, también puedes conseguir un precio muy justo en lo que se refiere al diseño.
Es importante tener en cuenta que los expositores de cartón, debido a su poco peso y al hecho de que se pueden desmontar y plegar fácilmente, abaratan mucho los gastos de transporte y es algo que se debe de tener en cuenta al evaluar el gasto de una campaña publicitaria.
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Busco expositor para pan molde de Bambú que sea plegable
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