En más de una ocasión hemos hablado de las promociones 2×1 porque resultan de las más efectivas de cara a los clientes. ¿A alguien le parece mal que le hagan un regalo? Claro que no, pero para que la promoción sea efectiva y no tenga un efecto contrario al que queremos conseguir, que evidentemente es vender más y ganar popularidad, debemos de evitar caer en errores frecuentes:
-No promocionarlo debidamente. De poco vale hacer una oferta fantástica de cara al público si no se promociona. El cliente debe de saber qué es lo que se ofrece y cuál es la ventaja de la promoción, por eso siempre debe de estar en letras grandes y llamativas.
Si cuando vas a comprar a un hipermercado, por ejemplo, la oferta solo está en el cartel del precio del producto, solo lo verán aquellos que ya vayan a comprarlo, incluso solo los que miren el precio.
Si tiene algún reclamo visual, por el contrario, llamará la atención e quienes iban a comprar quizás otro producto diferente y acaben decantándose por el que tiene el precio de oferta.
-Subir los precios. Un truco habitual en las promociones que llevan a cabo algunos supermercados. Ponen promociones 2×1 o segunda unidad a mitad de precio, pero suben el precio de modo que no es una oferta real.
Si bien suele salir un poco más barato que comprando dos unidades en su precio habitual, no es un 2×1 verdadero y esto puede salir muy caro. Los clientes suelen dejar claro en las redes sociales lo que está pasando y puede acabar perjudicando la imagen de la marca o de la cadena que realiza la promoción.
-Letra pequeña. En una promoción 2×1 no puede haber letra pequeña. El cliente que compra dos unidades de un producto esperando que una de ellas le salga gratis al llegar a caja, no va a quedar satisfecho si esto no es así.
Lo normal será que si descubre que la oferta tiene condiciones acabe molesto y, tal como decíamos en el punto anterior, pueda comentar esto en redes sociales o en la página de la marca empañando su imagen.
-Repetir demasiado la promoción. Quizás un 2×1 salga bien y se caiga en la tentación de repetir la jugada con demasiada frecuencia. Pero el problema de esto es que se puede causar el efecto contrario.
Si el cliente se acostumbra a ver demasiado a menudo un producto con promociones 2×1 cuando no haya esa promoción pensará que no vale la pena comprarlo porque está “caro”.
Dependiendo de qué producto sea esperará a que salga de oferta nuevamente o se limitará simplemente a comprar otra marca más barata porque no verá normal tener que pagar “el doble”
-Obligar a comprar productos idénticos cuando hay variedades en la marca. Los defensores argumentan que de este modo, el cliente que quiera probar algo nuevo además de la variedad que conozca, acabará comprando el doble.
Pero si se presentan nuevas variedades de un mismo producto está demostrado que animan mucho más a la compra las promociones 2×1 en las que se puede adquirir lo que ya se conoce y, “de regalo” la variedad nueva.
El cliente tiene la sensación de que al ser “gratis” si no le satisface al menos no habrá gastado nada, mientras que del otro modo se puede ver con dos unidades de algo que no le complace.
-Invertir demasiado dinero en la promoción. Las promociones 2×1 ya suponen un recorte en el margen de ganancias y por eso no deben de resultar demasiado costosas o se corre el riesgo de obtener beneficios cero.
Tanto lo que se refiere a los expositores como a las campañas publicitarias si las hubiera, todo debe de ser económico para que al final, el aumento de las ventas compense el recorte de los beneficios.
El 2×1 es muy atractivo en sí mismo en el punto de venta, sin necesitar de demasiadas promociones a mayores para que la gente las conozca. Especialmente si se trata de productos con un valor económico bajo.
Promociones 2×1 expositor gran oferta
El expositor es muy importante en este tipo de promociones 2×1 ya que es el principal reclamo para la venta del producto. Son promociones breves y por tanto necesitan de una manera de promocionarse económica y que no tiene por qué durar demasiado.
Y económicos y efímeros son sin duda alguna los expositores de cartón, los cuales pueden adaptarse para este tipo de campañas. En ocasiones es tan fácil como usar el expositor normal con una pegatina en tonos vivos en la que se lea la oferta.
Pero si habitualmente se utilizan otro tipo de expositores más permanentes, se pueden usar los de cartón para esta oferta pasajera. Tiene además la ventaja de que se puede cambiar ligeramente la imagen habitual para que resulte todavía más atrayente.