Los expositores pequeños se utilizan principalmente en las estanterías de los supermercados, pero también en los mostradores de las tiendas. Dado que no llaman tanto la atención como los tótems y otros expositores de mayor tamaño, es necesario recurrir a ciertos trucos para que el potencial cliente los vea y se acerque a ellos eligiéndolos antes que otros que pueda haber alrededor.
Son muchas las maneras en las que se puede acabar destacando uno de estos expositores de menor tamaño, pero hay ciertos trucos básicos que suelen funcionar muy bien siempre y que recomendamos a menudo a nuestros clientes.
En cualquier caso, siempre va a depender del tipo de producto que se venda, del tipo de cliente al que nos queramos dirigir y, por supuesto, del tipo de establecimiento en el que se vaya a colocar el expositor.
Estos son algunos de esos trucos de toda la vida que continúan funcionando muy bien con los expositores pequeños en la mayor parte de establecimientos en los que se utilizan.
1) Que contengan probadores. Una de las maneras más efectivas de llamar la atención sobre expositores pequeños es colocando probadores. Si es posible probar el producto la gente se va a sentir mucho más propensa a acercarse, tocar y comprobar.
Evidentemente, este tipo de expositores pequeños con probadores tienen que ser para productos indicados, como por ejemplo cosméticos. Pero en algunos casos también funciona con otros productos si lo que se exhibe es una muestra.
Por ejemplo, está comprobado que resulta mucho más fácil vender medias cuando en el expositor hay una muestra del tejido para que se pueda comprobar si es tupida, el tacto o el color exacto. Esto evita, además, que se abran envases para comprobar estas cosas pudiendo romper productos.
2) Que tengan una forma muy original. Los expositores pequeños también pueden llamar la atención del cliente gracias a su forma original. Aquí no hay por qué poner demasiados límites aunque sí hay uno que hay que respetar.
Muchos de estos expositores pequeños están destinados a las estanterías de los supermercados y es esencial que al colocarse allí no ocupen espacio extra, ya que si es así podría ser que finalmente decidan no colocarlos.
Por este motivo, aunque la base sea rectangular o cuadrada, lo más cómodo para adaptarse a este tipo de estanterías, muchos clientes piden jugar con la parte superior del expositor, consiguiendo una forma llamativa que pueda invitar a realizar una compra.
También se consigue el mismo efecto con una parte superior en tres dimensiones, con dibujos o letreros que se salgan del cartón, creando un efecto mucho más llamativo. Letras en tres dimensiones o incluso saliendo del expositor de alguna manera para reclamar atención extra.
3) Palabras clave en grande. Hay ciertas palabras que está comprobado que atraen a los clientes de una manera muy especial. Algunas son muy evidentes, como oferta, rebaja, descuento y todo lo que implique una bajada en el precio habitual del producto y la posibilidad de llevarse una ganga.
En otros casos se trata de darle a entender al potencial comprador que lo que se ofrece es algo totalmente diferente, así que novedad o nuevo pueden funcionar muy bien como reclamo para vender un producto que acaba de salir o que es el de siempre pero con algún pequeño cambio en su envase o en la fórmula de su fabricación.
Estas palabras deben de estar muy destacadas, usando todo tipo de reclamos como colores llamativos, estrellas, bocadillos que salen del expositor etcétera. En el expositor también debe de destacarse en qué consiste la novedad de forma breve y muy llamativa.
4) Cartón reciclado. Realmente deberíamos de llamarlo cartón natural, ya que nos referimos a los pequeños expositores en cartón con apariencia de cartón, sin recubrimientos ni pinturas. Este tipo de expositores realzan los valores ecológicos y atraen al público que busca productos naturales, sin adictivos y que además respetan el medio ambiente.
Se puede realzar esta impresión con frases que lleven la palabra natural, ecológico, sin aditivos etc. De esta manera se potencian estos valores del producto que son los que realmente lo diferencian de otros similares en el mercado y que pueden hacer que tenga un tipo de cliente propio.
5) Expositores dispensadores. El éxito de estos pequeños expositores es que no solo el cliente puede ver qué se ofrece o probarlo, también puede servirse y coger lo que quiere. Por eso, aunque el tamaño del expositor sea pequeño, debe de estar bien aprovechado y contar con una zona de almacenamiento.
Un ejemplo de estos pequeños expositores dispensadores son los de algunas chucherías como los chicles o caramelos que se venden al lado de las cajas de los supermercados. Estos contienen una buena cantidad de producto que, una vez vendido solo hay que reemplazar por otro expositor.