7 Maneras de atraer a un posible cliente a un expositor

No hay que olvidar que cada vez que se atrae a un cliente a un expositor se están abriendo las puertas a una posible venta. El expositor debe de hacer el trabajo de gancho, de reclamo, pero luego lo que el cliente ve tiene que tener el suficiente atractivo por sí mismo como para que se lo lleve a casa.

Hay muchos motivos por los que un consumidor puede comprar un producto una vez: una oferta, un regalo, un impulso… Pero consolidar a ese consumidor como cliente es lo más importante para una empresa y eso solo se consigue convenciéndolo de la calidad de lo que han adquirido.

Estos son algunos trucos básicos para atraer a un cliente a un expositor. No están ordenados por importancia y hay otros trucos que también resultan muy útiles. Como se suele decir, no están todos los que son, pero sí que son todos los que están.

1-El color. El color o colores de un expositor tienen fuerza visual. Puede hacer que el ojo del consumidor se fije en ese lugar y no en otros muchos de los reclamos que pueda haber. Pero se trata de que se fije en algo que agrade y no simplemente de que algo atraiga la mirada pero negativamente.

2-Las imágenes. En ocasiones no se trata de los colores del expositor, sino de las imágenes que tiene. Una foto de una bella modelo luciendo colores de moda, por ejemplo, llamará poderosamente la atención de alguien que quiera comprar un cosmético.

expositoro

En el fondo, no solo estará fijándose en los tonos, sino que estará haciéndolo en la imagen general del producto. Si transmiten belleza, glamour y clase tienen más posibilidades de ser vendidos.

3-La forma. Por supuesto, la forma del expositor también tiene mucho que decir en este terreno. Hay productos que piden expositores pequeños, delicados y sin demasiadas extravagancias, pero otros agradecen los tamaños XXL y los tótems.

Se trata de que el expositor se adapte al producto y no al contrario. Por eso siempre tienen que ser personalizados y deben de realizarse con un trabajo conjunto entre la empresa y el diseñador.

4-Las palabras reclamo. Hay ciertas palabras que pueden ser un fantástico reclamo para llamar la atención del consumidor: oferta, rebaja, nuevo, novedad… Todo lo que indique un cambio en el valor del producto o algo que no había antes es susceptible de llamar la atención.

Estas palabras deben de estar destacadas de alguna manera para que el cliente pueda verlas antes que cualquier otra cosa y le inviten a acercarse para descubrir qué oferta o que novedad se le está ofreciendo en esta ocasión.

5-El precio. A veces, el mejor reclamo es poner directamente el precio del producto. Cuando este tiene un buen descuento o es competitivo respecto a otros similares que se mueven en el mismo rango no hace falta nada más para que atraiga al cliente.

Un buen precio es sin duda alguna un buen atractivo pero a veces se trata de vender un precio como un buen precio. Destacarlo, ponerle al lado palabras clave como precio especial, pueden ayudar a que se perciba como un precio bajo. Precio especial hace pensar al consumidor que se trata de una oferta breve y temporal y que debe de apurarse para no perdérsela.

El precio siempre debe de cuidarse en cualquier promoción, ya que de poco vale un expositor atractivo y buenos reclamos si al final el precio echa para atrás a los posibles compradores. También hay que tener cuidado con las ofertas, ya que un valor muy bajo del producto puede tener un efecto contraproducente.

Por un lado, podría parecer que el producto tiene poco valor. Por otro, cuando suba el precio tras la promoción, si la diferencia es muy grande podría percibirse como excesivamente caro.

6-El descuento. Promocionar un descuento es también una buena manera de atraer al público 20% de descuento, 2ª unidad a mitad de precio y promociones similares también reclaman la atención del público y deben de figurar en el expositor de la promoción.

En muchos casos lo hará en un lugar especialmente destacado del expositor, apareciendo en un troquelado sobre el mismo o con un color destacado ocupando gran parte del espacio.

7-El regalo. Un reclamo básico, de los de toda la vida, pero que funciona como el primer día. Cuando la gente ve que algo se regala acude para ver qué es. Y es que ¿a quién no le gusta obtener algo gratis? Sobre todo si se regala algo atractivo que anime a realizar la compra.

Es fundamental que el producto valga la pena, pero si además se incentiva con un regalo que también la vale es más que probable que se acaben aumentando considerablemente las ventas con la campaña. Por eso conviene estudiar cuidadosamente qué puede interesar a los potenciales compradores de tu producto y ofrecer justo aquello que pueda inclinarlos a favor de la compra.

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