¿Sabías que una de las claves de las promociones en lugar de ventas es la conexión emocional? Un expositor o un punto de promoción debe de causar en el posible comprador una respuesta emocional que le lleve, en última estancia, a comprar el producto que se anuncia.
Conseguir una respuesta emocional es uno de los trabajos que los expertos en marketing realizan. Ellos estudian el mercado, la forma de pensar de los compradores, las modas y las tendencias para conseguir elaborar las campañas más exitosas, pero también los expositores que lograrán que el comprador responda emocionalmente y se fije.
Existen diferentes tipos de respuestas y, en función de lo que se pretenda vender y del tipo de campaña, se intentará provocar una u otra para incentivar las ventas. Esta reacción es, muy frecuentemente, instantánea. Se produce en el momento en el que el comprador ver el producto y lo lleva a realizar la compra. Es pues una conexión inmediata que tiene que aprovecharse al momento.
Tus expositores y la sorpresa
Una de las respuestas que se pueden buscar con los expositores es la sorpresa. Se llama la atención del comprador ya sea por la forma, el color, las fotos o cualquier otro reclamo que es lo más visible. Una vez que el comprador ha sido captado,puede recibir otros mensajes presentes en el expositor.
Por ejemplo, un producto con un expositor renovado causa sorpresa, hace que el comprador se fije y si se acompaña la campaña de cambio de imagen con una promoción económica, este puede ser el detalles que haga que quién mire sorprendido por el cambio acabe comprando convencido por el ahorro.
Tus expositores y la sensación de lujo
Un expositor puede dar esa sensación de lujo que muchos buscamos cuando compramos cierto tipo de productos, como cosméticos o perfumes. Nos permiten soñar con un tipo de vida idílica propio de famosos o con un glamour al que aspiramos.
Este tipo de productos en los que se vende el lujo no tienen por qué ser necesariamente caros pero sí tienen que tener una cierta categoría o clase o la sensación que se causa con el expositor se verá desvanecida si el cliente se encuentra con un artículo con un envoltorio low cost o con una calidad muy justa.
Tus expositores y los recuerdos
Una llamada a los recuerdos siempre es un acierto, sobre todo para la generación que ahora tiene entre 40 y 55 años y que todavía mira hacia atrás con una cierta nostalgia. Un guiño a la imagen que esos productos tenían en su infancia o adolescencia hará que se muestren mucho más inclinados a su compra.
Un buen ejemplo son las marcas de siempre que recuperan un viejo envase o un antiguo expositor que fue muy conocido y que resulta fácilmente reconocible para esta generación de la que estamos hablando.
Tus expositores y la ternura
Los expositores también pueden causar una sensación de ternura en el consumidor. Es algo muy usado cuando se trata de artículos que están orientados a los más pequeños de la casa. Los artículos para bebés son comprados por padres y familiares que conectan fácilmente con este tipo de mensajes ya que es una sensación que tienen muy presente.
La ternura también funciona para regalos de San Valentín, aunque es otro tipo de ternura muy diferente o para artículos que se regalan a personas mayores, como por ejemplo ciertos regalos para el día de la madre o del padre orientados a los de más edad de la casa.
Tus expositores y las propiedades del producto
En ciertos casos esta sensación que causa el expositor tiene que ver con las propiedades del producto. Por ejemplo, cuando vemos un expositor de comida en tonalidades rosas o azules muy claras automáticamente pensamos en un producto bajo en calorías, incluso aunque no ponga nada de eso en el expositor.
También puede producirnos sensaciones como el frescor, algo muy usado en los expositores de chicles, por ejemplo, que recurren a imágenes como el hielo o las hojas de menta frescas. O incluso puede sugerir naturalidad con evocaciones de paisajes o de animales de los que procede ese producto.
Tus expositores y la familiaridad
Y si al principio de este artículo hablábamos sobre los expositores que cambian para producir la sensación de novedad, queremos cerrar hablando precisamente de todo lo contrario, aquellos que permanecen iguales durante mucho tiempo para resultar siempre familiares e invocar esa sensación de algo de toda la vida.
Aunque lógicamente los expositores se renuevan, estas renovaciones son siempre pequeñas y discretas para que el cliente no note un gran cambio, sino que tenga esa sensación de familiaridad que busca en determinados productos y que relaciona con el sabor de siempre y con muchas sensaciones agradables y muy cotidianas.