No nos cansamos de hablar de cómo se crea el expositor perfecto y, aun a riesgo de repetirnos, vamos a volver a hacerlo recopilando en un solo artículos todos los trucos más importantes para conseguir un expositor actual, bonito y que se convierta en el mejor que tu producto pueda tener.
El material importa
Una de las elecciones más importantes que vamos a hacer cuando diseñemos un expositor es el material que se va a emplear en el mismo. Esta elección se tiene que hacer en función de varios factores, como por ejemplo el uso que se le va a dar al expositor y también del tipo de producto que va a contener. El cartón es el material más usado y más versátil para la construcción de expositores. Pero en muchos casos es necesario combinarlo con otros elementos para conseguir que sea útil a su propósito.
Escoge bien el tamaño del expositor
El tamaño también se estudia en función del tipo de producto que va a contener. Pero a veces, no se trata tanto del producto en sí como del tipo de campaña. Es decir, a veces se diseñan tótems que no están pensados para productos de gran tamaño, sino para hacer más visible la campaña. Generalmente, son para promociones puntuales consiguiendo así atraer la atención de los compradores en los grandes centros comerciales.
Adapta la forma de los expositores a tu producto
El diseño de la forma del expositor tiene que adaptarse totalmente al producto. Por ejemplo, si va a contener frascos que no tengan una caja protectora, deberán de tener el hueco para que el frasco quede sujeto y no se golpee, así estará protegido y siempre se mantendrá de pie, lo que hará que sea mucho mejor la imagen que ofrece en la estantería del supermercado.
Existen muchos tipos de expositores que se adaptan a distintos productos: expositores básicos, de perchas, tiras de impulso y un largo etcétera. Esta variedad garantiza tener siempre el mejor expositor para lugar de venta, promocionar el artículo correctamente y dar la mayor comodidad a los compradores.
Que el diseño del expositor encaje en tu imagen de empresa
Otra cosa que también tiene mucha importancia es la imagen de empresa. Los colores, el tipo de letra o los motivos del expositor tienen que encajar perfectamente con la imagen y con la filosofía de la empresa. Por eso, es importante dar todos estos datos cuando se encarga un expositor a fin de cuidar al máximo hasta los más pequeños detalles.
Expositores para promociones concretas
Los expositores para promociones concretas tienen que estar orientados al motivo de la promoción. Para ser perfectos deben de dejar claro el objetivo de la misma. Por ejemplo, si se trata de una promoción en la que el reclamo es una bajada en el precio, este debe de dejarse ver en grande y de manera llamativa. Tendrá que ir acompañado por frases como “Ahora por solo…” o “Precio especial, promoción limitada”.
Estos expositores están pensados para que duren poco tiempo ya que las promociones suelen ser breves, por lo que pueden usarse materiales más efímeros que también resultarán más económicos. Así, se ahorran gastos o incluso se pueden realizar más unidades para que la promoción llegue a más sitios.
Expositores con diseños permanentes
Los expositores con diseños permanentes son aquellos que no están pensados para una promoción en concreto, sino que son los expositores generales para un producto. Se cambia su diseño cada cierto tiempo, pero pueden incluso mantenerse durante años. Pueden ser más o menos duraderos según su fin y la manera en la que se utilicen. En algunos casos podemos hablar de expositores que son prácticamente muebles en los que se repone el producto y que, por tanto, tienen que ser muy firmes y con materiales de primera calidad.
Pero, en la mayoría de los casos de expositores para lugar de venta, nos encontramos con que la misma caja en la que se transporta el producto se transforma en el expositor, por lo que no es preciso que sea de muy alta calidad en lo que se refiere a materiales ya que su vida útil será muy corta. Estos expositores serán perfectos si tienen un diseño llamativo, bonito y una impresión de calidad.
Expositores pensados para interactuar con el comprador
Los expositores pensados para interactuar con el comprador serán perfectos siempre que inviten a que el comprador participe y se involucre. Es el caso de los expositores que tienen un tester incorporado para probar un perfume, por ejemplo. O los que permiten tocar el artículo para ver cómo funciona tal y como sucede con algunos juguetes.
El diseño tiene que ser fácil de usar, debe de resultar divertido interactuar y tentar al comprador para que pruebe, se enamore del producto y acabe por comprarlo.