Los expositores pequeños son imprescindibles en los puntos de venta ya que estos, por lo general, no disponen de un espacio demasiado amplio. Los metros cuadrados de los locales son muy limitados, especialmente en el caso de tiendas de barrio y por eso cada centímetro cuenta.
Si tan solo ofreciésemos grandes y llamativos expositores, este tipo de locales más pequeños no podrían incluirlos como parte de su decoración porque no dispondrían de lugares para hacerlo.
Pero también hay que tener en cuenta que incluso en las grandes superficies en las que sobran los metros, el espacio no es algo gratuito. Realizar una campaña con un gran expositor bien situado no es, por lo general, algo gratuito, sino que se debe de pagar una cantidad al comercio.
Se llega a mucha gente y generalmente, el pago compensa, pero para empresas modestas que no aspiran a esos niveles de venta y que no manejan presupuestos tan elevados, es absolutamente impensable llevar a cabo este tipo de campañas tan grandiosas.
Los expositores pequeños, por el contrario, se pueden colocar incluso en las estanterías y no es raro que muchos supermercados los usen de buen grado, sobre todo si se trata de una caja de cartón troquelada que sirva para llevar el producto y también para exponerlo.
Tiendas minoristas y expositores pequeños
Los expositores pequeños han sido pensados desde siempre como algo especialmente creado para las tiendas minoristas en las que los expositores de gran tamaño no son viables. En estas tiendas el espacio es muy importante y no es posible colocar nada demasiado aparatoso ya que cada centímetro cuenta.
Por eso no se trata tanto de acaparar mucho espacio como de ocupar un espacio perfecto para que el cliente pueda ver el expositor y fijarse en lo que le ofrece. Entre los lugares más apetitosos para los expositores pequeños en tiendas minoristas podemos destacar:
La caja de pagos. Todos acaban pasando por la zona de caja para abonar sus compras. Si se tiene un cliente delante lo normal es entretenerse mirando lo que hay alrededor. Por eso en esta zona se concentran un gran número de expositores que reclaman la atención de los clientes.
Aquí prevalecen ante todo las compras compulsivas, esas que se hacen en el último momento porque nos encaprichamos de eso que vemos. En las tiendas de alimentación aquí suelen estar los caramelos y dulces y en las tiendas de moda los pequeños complementos, como las pulseras, pañuelos o pendientes
La zona de atención. Si entras a comprar algo, mientras hablas con la dependienta y esta busca lo que has pedido siempre tienes algunos segundos para ver qué hay en el mostrador y en los laterales del mismo. Por eso son zonas muy buenas para colocar expositores pequeños que atraigan a los clientes.
Esta área es perfecta para cosas que normalmente olvidamos comprar pero que tienen importancia. Un ejemplo son las toallitas desmaquillantes que ofrecen en muchas tiendas. Pese a ser algo que se usa a diario es frecuente olvidarse de comprarlo si no se tiene delante para que se recuerde.
La zona de espera. En algunas tiendas están tan acostumbrados a tener clientes esperando, especialmente a determinadas horas, que han creado una pequeña zona de cortesía para que la gente pueda sentarse y esperar. En este lugar se reúnen, por lo general, dos tipos de clientes: las futuras mamás que no pueden esperar de pie y las personas de edad avanzada.
Esta área de espera, habitual en muchas farmacias de barrio, suele tener por lo general productos orientados a este tipo de público, como cosas para bebés o productos para la tercera edad.
Expositores pequeños en grandes superficies
Los expositores pequeños también tienen su lugar en las grandes superficies. No siempre es necesario un gran tamaño para destacar, a veces es mucho más eficiente un diseño original que realmente llame la atención del público potencial al que se dirige el producto.
Por ejemplo, una golosina para niños con un expositor pequeño de cartón con colores llamativos y que tenga la forma o la imagen de uno de sus personajes favoritos, seguramente le atraiga mucho más que un gran expositor pero que sea soso o no tenga el reclamo de sus ídolos.
Si no puedes permitirte un gran expositor para supermercados suple con imaginación la carencia de presupuesto e invierte en un diseño impactante, barato de realizar pero que cumpla con el cometido de destacar entre el resto. Tal como nosotros creemos haberlo conseguido con este expositor que hemos creado para frutos secos y que ya os hemos mostrado en alguna ocasión.
Un ejemplo de expositor eficiente, efímero, económico pero muy cómodo y capaz de mostrar en muy poco espacio una gran cantidad de producto, además de ser llamativo y atrayente para el tipo de clientes que suelen comprar estas bolsitas de aperitivos.