No, no nos hemos equivocado en el título de este artículo. Con frecuencia damos muchos consejos para lograr el éxito en una campaña publicitaria, pero raramente hablamos de las causas de fracasos más comunes y es algo que también debemos de conocer. Saber cuáles son las causas de fracaso de algunas campañas importantes es la mejor manera de prevenir que nos pase lo mismo y aprender en cabeza ajena, todo un lujo que vale la pena permitirse.
Ikea y su anuncio sexista en China
El humor es una buena forma de vender todo tipo de productos y eso fue lo que debió de pensar la cadena sueca Ikea cuando emitió un spot en China en el que una madre regañaba a su hija diciéndole que no volviera a llamarla mamá hasta que no trajera un novio a casa.
La reacción no se hizo esperar y en todo el mundo protestaron recordando al gigante de los muebles para montar uno mismo que estaban en el año 2017. No fue la única metedura de pata de Ikea en este sentido, pues borraron a todas las mujeres de su catálogo para contentar a sus clientes judíos ortodoxos en Israel.
No tener en cuenta las sensibilidades de la sociedad puede llevar a causar grandes daños en la imagen de una marca. Bromear con temas sensibles o no tener en cuenta que la sociedad ha evolucionado y que lo que antes podía llegar a verse como normal ahora ya no es así, siempre es mala idea en el mundo de la publicidad.
Dove y Nivea y sus anuncios con tintes racistas
Ninguna de las dos marcas tenía la intención de hacer un anuncio racista, pero en ambos casos sus anuncios podían tener una doble lectura que llevaba a pensarlo. ¿De verdad ninguno de sus publicistas, que deben de cobrar grandes cantidades de dinero, pensaron que un eslogan del tipo “El blanco es pureza” podía ser malinterpretado?
Además, ambos anuncios se crearon en momentos muy tensos en EEUU con manifestaciones en contra de la discriminación racial tras varias agresiones, algunas con muerte, de policías blancos a personas afroamericanas.
En el caso de Dove, la campaña ni siquiera llegó a emitirse tras publicarse una captura en la que una mujer de raza negra se quitaba una camiseta transformándose en otra de raza blanca. La marca se justificó diciendo que, a su vez, la mujer blanca se transformaba en una hispana y que el mensaje era que sus productos eran buenos para todo tipo de piel. Pero la captura se interpretó como que se trataba de asociar a la modelo de color con lo sucio y que tras usar el producto aparecía la modelo blanca como símbolo de pureza y limpieza.
En cualquier caso, nadie pensó que esa imagen tomada de manera individual podría levantar tanta polémica, un error que le salió caro a la marca que fue tildada de racista e incluso se llamó a un boicot a sus productos.
Cuidado con los famosos que se asocian a una marca
En ocasiones, el problema de las marcas es la persona que asocian a las mismas. En algunos casos porque tras la emisión de la publicidad y de que esa persona se convierta en la cara visible de la marca estalla un escándalo del famoso que, lógicamente, salpica a la marca que publicita. Le pasó a Madonna cuando el escándalo de su video “Like a Prayer” echó por la borda su contrato millonario con Pepsi.
Pero la marca no escarmienta a la hora de contratar a personas famosas que alientan la polémica y repitió el pasado año con Kendall Jenner. La celebrity, famosa por ser una de las personas más superficiales de la prensa del corazón, fue asociada a una causa humanitaria, lo que causó un gran rechazo en la gente ya que la modelo no les parecía la persona más adecuada para representarla.
Otros famosos que perdieron campañas publicitarias debido a sus escándalos fueron Kate Moss por su adicción a las drogas, el futbolista Ronaldo tras protagonizar un escándalo de carácter sexual o Lindsay Lohan debido a sus condenas penales.
Y cuidado con lo que se promete
Otra manera de fracasar de lleno con una campaña publicitaria es prometer algo que no se va a poder cumplir. Uno de los últimos casos fue el de la marca de refrescos Dr Pepper que prometió regalar una lata de su bebida a todos aquellos que compraran el disco “Chinese Democracy” del grupo de rock Guns and Roses.
Finalmente, el disco debió de vender más de lo que esperaba la marca porque no pudo hacer frente a su promesa, lo que consiguió generar una campaña de críticas muy fuerte que, lógicamente, repercutió negativamente en la imagen de la marca y le hizo perder ventas.