Cuando se venden productos que no están necesariamente relacionados con la Navidad esta época puede ser complicada debido a la gran cantidad de productos en oferta y de promociones que tienen que ver con estas fechas. No obstante, da igual qué se venda, es preciso mantener unas cifras todo el año y no es posible detener la máquina durante estas fechas señaladas en las que la gente parece más preocupada por otras compras.
Pero, ¿cuál es la mejor manera de vender productos NO navideños en Navidad? Vamos a ver algunos trucos que funcionan muy bien y que pueden hacer que valga la pena realizar una promoción en estas fechas. Porque en Navidad, el cliente también compra otro tipo de artículos, aunque el reclamo de las fechas es, no cabe duda, una herramienta que hay que saber aprovechar en cualquier promoción.
Os ofrecemos tres sugerencias que funcionan muy bien en campañas navideñas de productos no relacionados con estas fechas y que pueden hacer que las ventas no se frenen durante el mes de diciembre, alcanzando así los objetivos previstos para el año e incluso superándolos.
Promoción especial Navidad
Aprovecha el tirón de la Navidad para hacer una oferta especial Navidad para tu producto. No tiene nada que ver que no tenga relación alguna con estas fechas. Todo puede tener una oferta especial con esta ocasión y promocionarse con un bonito packaging navideño en su correspondiente expositor de cartón navideño. Es una forma de llegar al cliente que esté buscando algo relacionado con las fechas y, también de ofrecer un precio especial para aumentar las ventas con la excusa de estas fechas.
Es muy frecuente ver promociones especiales de Navidad para todo tipo de objetos que no tienen relación con las fechas y que ni tan siquiera se compran como regalo. Pero este tipo de ofertas son muy bien recibidas por parte de clientes que tienen muchos gastos que sí tienen una relación directa con las celebraciones de final de año y que ven en estos pequeños ahorros una buena manera de mantener el equilibrio de su economía. Por tanto, estos clientes van a comprar antes los productos que tengan un descuento que otros que no lo tengan, compensando así los gastos de más que están teniendo. Es, por tanto, una buena estrategia para captar clientes que buscan ahorro.
Regalo navideño incluido
Para cuando se quiere realizar una promoción navideña pero no interesa bajar el precio, la alternativa está en un regalo promocional atractivo. Un “regalo de Navidad” que no tiene por qué tener un carácter navideño propiamente dicho pero que sí bien dado por lo especial de estas fechas. En estos casos siempre se puede orientar la campaña al igual que antes con un packaging y unos bonitos expositores navideños y una leyenda que haga referencia a que es un regalo especial que solo se va a dar durante la navidad.
Una buena opción es un regalo de colección, dependiendo del regalo. Por ejemplo, si es un producto comestible se puede acompañar de un frasco para guardarlo con decoración navideña, o de una bandeja para servirlo con el mismo motivo. Si es un perfume o algo de belleza, el mismo frasco puede ser una edición navideña que lo haga más atractivo y lo convierta en un objeto de colección. Si es una prenda de ropa, unos guantes navideños o una bufanda conmemorativa de la fecha. Y así, se puede realizar cualquier tipo de regalo que se puede convertir en un objeto de colección, incluso ofreciendo varios modelos diferentes para que el cliente pueda juntarlos todos.
Todo puede ser navideño
En el fondo, se trata de que todo puede ser navideño en estas fechas si se orienta de la manera debida. Incluso sin promoción especial, si el packaging cambia y se hace característico de estas fechas el comprado se sentirá más inclinado a comprarlo. Independientemente de que sea un producto que no se consume solo en Navidad sino todo el año. La presentación navideña es un reclamo muy visual que hace que sean muchos los clientes cuya mirada se dirija a ese artículo en lugar de a los de la competencia, que están “vestidos” como el resto del año y que no tienen una presentación especial.
Incluso es posible crear nuevas tradiciones, inventándose una propia divertida y que cree en el consumidor la necesidad de ese producto. Para eso solo es necesario una buena promoción acompañada de una campaña publicitaria que tenga gancho. A fin de cuentas, así surgió la costumbre de comer uvas durante las campanadas de fin de año y, en los últimos años, la sustitución de estas por todo tipo de dulces para aquellos que no son muy amantes de esta fruta. Solo es cuestión de saber orientar bien la campaña y de que el mensaje cale en el público.