Los displays para propaganda propia en pequeños establecimientos son una buena forma de conseguir mantener a los clientes informados con todo aquello que se desea que conozcan, ya sean promociones, información de carácter general o descuentos.
Son un apoyo al papel del dependiente que es quién suele dar toda la información a los clientes y facilitarles datos sobre precios y descuentos vigentes. De esta manera, se ahorra tiempo y el cliente no tiene que retener toda la información, algo que le resultará complicado, sino que se la puede llevar y consultarla más tarde en su casa, con total tranquilidad.
Para que un display sea llamativo y tenga éxito debe de tener tres cualidades básicas:
-Ser personalizado. No vale un display que no tenga ningún tipo de publicidad o color. Si es para la tienda, que tenga el nombre de la misma y un dibujo que haga referencia. No tiene por qué tener más información si se quiere reutilizar para diferentes usos, especialmente si no es de cartón, pero sí debe de ser personalizado y no un metacrilato sin más.
-Estar bien situado. Si se pone en un lugar al que el cliente no accede de manera natural, no valdrá de mucho. Pocos clientes irán a propósito a coger la información de un display que les cuadra a desmano. Por este motivo suelen situarse al lado de la caja de pago, que es el lugar por el que todo el mundo acaba pasando.
-Tener una buena apariencia. Si quieres un display que dure, escoge materiales plásticos o metálicos. Nada es tan poco atractivo como un display deteriorado. Si es para campañas cortas y prefieres cambiarlo con frecuencia para que llame más la atención, entonces el cartón será tu material, ya que aunque tiene una vida más corta es más barato.
Displays para promociones
En los pequeños comercios las promociones propias son habituales pero si no se tiene dinero para pagar campañas se corre el riesgo de que pasen desapercibidas. Con un display en el mostrador en el que figuren las próximas ofertas o las que estén vigentes, se podrá tener al día a los clientes para que sepan qué se les ofrece y acudan a comprar lo que les interesa al mejor precio.
Con la información sobre las promociones no solo se cumple con el objetivo de informar, también se consigue que los clientes estén pendientes y acudan con frecuencia, sobre todo si se hacen ofertas breves: promociones diarias o semanales. Un buen ejemplo son los supermercados en los que el lunes tienen una fantástica oferta de leche, el martes en el pescado y el miércoles en la carne, consiguiendo así que los clientes que quieren aprovecharse de los mejores precios acuda a diario y, de paso que se llevan la promoción, seguramente compren otras cosas.
Los displays deben de ser atractivos y cómodos para que el cliente siempre los vea y le cuadre bien coger el papel y llevarlo, para que de esta forma no se olvide de la promoción y la aproveche.
Displays para tarjetas del comercio
Muchos comercios tienen sus propias tarjetas de puntos o incluso para pago. Estas herramientas, que son más usuales en comercios de gran tamaño pero que también pueden hacerse en pequeños comercios, ayudan a que los clientes sean más fieles. Por ejemplo, si hacen un determinado número de compras pueden tener un gran descuento o incluso un artículo gratis.
Los displays con la información de estas tarjetas debe de estar en el mostrador, siempre muy visible, de modo que si el dependiente olvida ofrecerlo, el cliente pueda cogerlo por sí mismo. El display puede contener propaganda o, directamente, la tarjeta en la que se sellan las compras.
Estos displays que nos hemos acostumbrado a ver en las grandes superficies con sus tarjetas de pago, son ahora muy frecuentes en los pequeños comercios en su otra variante, la de los puntos o sellos, ya que los comerciantes se han dado cuenta de que es mucho más fácil fidelizar a los clientes de esta forma.
Displays para colaboraciones con otros negocios
Cada vez es más habitual que, para evitar el avance de grandes superficies, los pequeños comerciantes se unan en lo que se ha optado por denominar “centros comerciales abiertos”. Comercios de un mismo barrio que se alían para apoyarse unos a los otros y conseguir así que todos puedan tener más clientes. Organizan todo tipo de actividades y dinamizan el barrio para atraer gente pero, además, se hacen propagada mutua.
Los displays juegan un importante papel en este caso. En muchos negocios se encontrará un display con información de los negocios que componen el centro comercial abierto y que participa en las promociones y actividades que se están organizando conjuntamente.
Otras veces, son iniciativas individuales. Por ejemplo, una tienda de ropa para eventos con un display de una tienda de complementos o de una peluquería. Actividades que pueden ser complementarias de la suya y no competencia, por lo que pueden promocionarse mutuamente, ayudándose entre sí. Por supuesto, en esos otros negocios habría el correspondiente display con la propaganda del comercio.
Estas campañas se pueden acompañar de un pequeño descuento. Si se acude al local recomendado con el folleto del display, se le hará al cliente un descuento de la cantidad o porcentaje indicados, consiguiendo así que las posibilidades de que un cliente acuda a otro de los establecimientos que se promocionan sea más elevada.