Los expositores de cartón no son solo un modo de promocionar los productos, también pueden actuar como estantería para su colocación o incluso para su almacenamiento. De este modo se consigue que tenga mucha más utilidad y que por tanto aumenten las posibilidades de que sean utilizados por los comerciantes.
Un ejemplo muy sencillo de este tipo de expositores son los que encontramos en las tiendas de frutos secos y golosinas. La mayoría de ellas están en grandes expositores de plástico transparente que se rellenan, pero sobre estos, o en una zona habilitada al respecto, es fácil encontrar cajas con paquetes de pilas, gusanitos o patatas que se venden dentro del mismo embalaje en el que se han transportado, que actúa como expositor de las mismas.
En la imagen vemos un ejemplo de cómo una caja normal de embalaje se convierte en un expositor con solo cortar por las líneas de puntos y realizar algunas dobleces.
Expositores con almacenaje en el interior
Otro ejemplo son los expositores de cartón con zona de almacenamiento de productos. En estos casos se trata generalmente de expositores de pie de gran tamaño, que tienen un espacio para expone y otro para almacenar el producto. El producto está visible en el expositor para que el cliente lo pruebe y pueda verlo. Si decide adquirir algo, entonces se le vende una unidad nueva y embalada de las que hay en la zona de almacenaje.
Este sistema es muy habitual con los productos cosméticos ya que a la gente quiere poder probar todo antes de comprarlo y hacerlo con comodidad. Los productos situados en el interior del expositor ayudan con su peso a darle todavía más estabilidad, además de que de este modo están fácilmente localizables.
En algunas ocasiones, la zona de almacenaje se oculta, pero en otras se deja a la vista como un autoservicio, sirviendo el expositor para realzar más el producto.
Expositores con estantería
Otro tipo de expositores que tienen una zona de almacenaje con los expositores con estantería. Generalmente se trata de expositores de metacrilato y cartón. Un modo clásico de conseguir llamar la atención sobre un producto y tenerlo almacenado en un mismo lugar.
Los expositores con estantería funcionan perfectamente con aquellos productos que no necesitan probarse y que tan solo se cogen sin más. Si se trata de expositores de gran tamaño pueden colocarse al lado de las estanterías normales para destacarse pero en la mayoría de los casos se opta por expositores más pequeños que pueden situarse en las estanterías típicas del súper.
De este modo se reclama la atención visual del cliente que acaba fijándose en ese producto destacado por encima del resto de artículos de la misma gama que lo rodean. Un ejemplo son las cajitas con estantes de algunas marcas de chocolatinas, que se han vuelto casi tan representativas como el producto en sí. En algunos casos se trata de cajitas de metacrilato reutilizables y en otras, de cajas de cartón promocionales pensadas para una campaña concreta.
Expositores con perchas
Generalmente los expositores con perchas están realizados en cartón y las perchas en plástico o en metal. Las llamadas perchas pueden ser todo tipo de ganchos en los que colgar el producto para que el cliente pueda retirarlo.
Estos expositores permiten clasificar cómodamente los productos ya sea por tipos, por colores o por cualquier otra característica. Además, de un solo vistazo se puede comprobar si es necesario reponer alguna de las perchas.
Una variante de este tipo de expositores son los que hay para gafas. Estos nacieron originalmente para las ópticas, donde se coloca un modelo de cada tipo de montura. Una vez que el cliente elige la que le gusta, se le proporciona un modelo de la zona de almacenaje. Pero en los grandes almacenes e incluso en óptimas más modernas, el cliente puede llevarse directamente las gafas que le gusten para abonarlas.
¿Todos los productos piden el mismo expositor?
No, lo cierto es que hay determinados tipos de productos que piden un tipo concreto de expositor, como es el caso de los expositores de maquillaje o de los expositores para gafas. No es solo que nos hayamos acostumbrado a encontrarlos en un determinado estilo de expositor, sino que están ahí porque han demostrado ser los más cómodos y los más indicados para esa clase de artículo.
Hay productos que se pueden adaptar a diferentes tipos de expositores, pero también los hay que encajan mejor en un expositor concreto. Podemos asesorarte y ayudarte a encontrar el tipo de expositor, con o sin almacenaje, que mejor encaje en tu producto para conseguir destacarlo y aumentar las ventas.
Nos adaptamos a los diseños propuestos por el cliente, pero también ofrecemos nuestro consejo profesional para que cada campaña resulte rentable, logrando establecer así relaciones largas y fructuosas para todos con nuestros clientes.
2 comentarios
Buen artículo, muy bien explicados los usos de este material, con buenas imágenes de ejemplo. Un saludo
Buen artículo, muy bien explicados los usos de este material, con buenas imágenes de ejemplo. Un saludo