Las técnicas de PLV basadas en los expositores pueden tener como protagonistas a los expositores de marca o a los expositores de producto. Ambas pueden combinarse o utilizarse de manera individual para conseguir sus objetivos en los diferentes tipos de comercios.
Los expositores de marca suelen funcionar bien en las tiendas más pequeñas, porque permiten mantener un mayor orden y acomodar las cosas en un espacio concreto reducido, lo que facilita el almacenaje en la tienda. No obstante también se usan en grandes superficies.
Los expositores para un producto en concreto se utilizan en todo tipo de establecimientos y son los más habituales en las campañas promocionales.
Expositores de marca
Algunas marcas tienen una imagen comercial propia que se refleja en los expositores para sus productos, independientemente de que puedan comercializar varios diferentes. Como siempre, podemos verlo con el ejemplo de Coca-Cola, que bajo una misma imagen, ahora todavía más unificada, pone a la venta diferentes tipos de refresco de su marca. En un único expositor o en una única nevera se pueden poner a la venta y promocionar refrescos clásicos, sin cafeína, ligth, Zero o cualquier otra que corresponda.
En estos casos las técnicas de PLV están orientadas a la promoción de la marca en sí misma y no a la de un producto en concreto. Suele ser una técnica muy utilizada por grandes marcas que tienen muchas variedades de un solo producto estrella y que, salvo que saquen alguno en concreto novedoso, no necesitan promocionarlas excesivamente de forma individual porque el consumidor las conoce perfectamente.
En algunos casos, las técnicas de PLV tienen un objetivo diferente: hacer que el consumidor asocie diferentes marcas con un único fabricante. De esta manera, hace que sobre sus marcas se proyecte una imagen de marca de fuerza y de prestigio. Por ejemplo, un gran fabricante como Nestlé puede tener en el mercado muchas chocolatinas diferentes, algunas con marcas que tienen un gran mercado. Sacar un gran expositor que presente a las chocolatinas de la familia Nestlé es una manera de asociar todas esas marcas con el prestigio de la firma principal y darles un nuevo impulso.
Incluso grandes fabricantes pueden dar un cambio a su imagen promocionando un cambio en general en sus productos. Por ejemplo, un fabricante de productos de higiene que decida retirar los parabenes y conservantes de todos los geles, jabones y champús que tienen en el mercado. Podrían sacar una campaña promocionando a la vez todos sus productos bajo esta imagen más ecológica y más saludable y presentar expositores conjuntos sin cambiar la imagen de cada una de las marcas individuales.
Expositores de producto en concreto
También existen expositores personalizados para un producto en concreto. Volviendo al ejemplo de la Coca-Cola, aunque haya expositores generales para todos sus productos también pueden existir algunos específicos para una de sus variedades. Por ejemplo, si se saca una variedad de cara al verano, esta puede venderse en un expositor que la promocione de manera específica para incentivar las ventas de ese producto en concreto, que resultará más fácil de identificar para el público en general.
Estas técnicas de PLV se utilizan con variedades de productos que se quieran promocionar por algún motivo en concreto o con novedades que salen al mercado y todavía no son conocidas por el consumidor en general. También se utilizan con productos que no tienen variedades de ningún tipo y que
¿Qué tipo de expositores se usan en casa caso?
En las técnicas de PLV, generalmente, los expositores permanentes o duraderos están pensados para albergar diferentes productos de una misma marca y que así el consumidor pueda encontrarlos todos juntos, comprar los que quiere y, de paso, descubrir si hay nuevas variedades. Es una manera no solo de facilitar las cosas al comprador, sino también de poder promocionar rápidamente cualquier novedad sin necesidad de una campaña especialmente agresiva.
Los expositores para un producto o variedad en concreto suelen ser expositores efímeros que duran poco tiempo y que dan a conocer la novedad al consumidor o incentivan el consumo de alguna de las variedades menos conocidas o menos consumidas del producto. En algunos casos es una última oportunidad antes de retirar un producto del mercado por falta de ventas.
Los expositores efímeros se pueden colocar en diferentes lugares según el tipo de campaña que se vaya a realizar y la inversión que la marca vaya a realizar. Las campañas más económicas consisten en colocar el expositor en el lineal tratando de llamar la atención del consumidor por el aspecto del expositor y por su mensaje. En las campañas con más presupuesto puede haber incluso comerciales que inviten a los consumidores a probar el producto ofreciendo muestras, vales de descuento o explicaciones sobre sus ventajas utilizando un stand promocional en el supermercado.